jueves, 5 de mayo de 2011

BEIJING: HISTÓRICA Y GRIS




El 25 de abril, apenas llegamos a Shangai,nos fuimos  a buscar los trenes internos para movernos entre las diferentes ciudades de china; planeabamos visitar Shangai, Beijing , Xian y talvés Pingyao, pero nuestros planes se fueron al demonio apenas pisamos la estación de trenes ya que no quedaban lugares para ningún día. Eso nos hizo descartar Xian y también Pingyao. Eso me puso bastante triste al principio dado que yo quería conocer esas ciudades, para no limitarme solo a las más turísticas como Shangai y Beijing.
Ahora creo que fue una suerte, dado que estas dos ciudades son inmensas y siento que era necesario que nos asentaramos unos cuantos días en un lugar determinado, descansar, poder asimilar lo que estás viviendo y después seguir. Todo pasa tan rápido que cuando le empezas a tomar el gusto a una ciudad ya te vas.
Beijing y Shangai son bastante distintas...Al salir del metro ya tuvimos esa impresión. Shangai es más "ostentosa" que Beijing. Jodíamos con que es la Punta del Este de China por sus edificios altos, la gente que vemos en la calle toda coqueta, las tiendas, todo. En Beijing vimos muchos más pobres que en Shangai, la ropa de la gente es  más "lúgubre" (no se me ocurre otro adjetivo), los edificios son más bajos y la ciudad es más antigua, aunque, obviamente no por eso menos importante. 
 Sin embargo, tanto Beijing como Shangai  tienen un ritmo de vida tan vertiginoso que me pregunto como hace la gente para no enloquecer.  Pareciera que se pasan la vida corriendo. La chinita del tren me contaba que la gente acá trabaja mucho, en general más de 10 horas diarias, y vive preocupada por la inflación y los gastos médicos. Los chinos caminan apurados, suben apurados al transporte, comen apurados y hablan rápido y a los gritos. A eso hay que agregarle el olor a comida semi permanente de que hay en las calles, los bocinazos que suenan casi todo el tiempo  y las luces de colores de los  carteles y avisos, sobre todo rojo, que es el predominante. Cuesta acostumbrarse a eso pero creo que nos hemos adaptado bastante rápido. Es más, decimos que nos hemos mimetizado bastante, ya subimos corriendo al metro, pechamos a todo el mundo, hablamos a los gritos y no tenemos ningun problema en colarnos en cualquier fila, práctica muy común por estos lados.
Cuando llegamos a la estación de Beijing y fuimos a sacar los trenes de vuelta tuve un episodio con una china que intentaba colarse. Yo le decía wait!! y ella me hablaba en un chino cerrado. Ante mi negativa a cederle el lugar me pechaba con la cola, y yo respondía con una fuerza contraria y de igual intensidad (por suerte los chinos son chiquitos ,jeje)
Así forcejeamos hasta que ella se rindió  y quedó detrás de mi, mientras me decía un montón de cosas en chino, que supongo que no serían muy buenas. Cuando me fui después de pagar los boletos, me dijo algo más....yo por las dudas le dije "que te recontra" y me fui con la alegría de tener la última palabra, jejeje
El día que llegamos a Beijing, para no perder la costumbre demoramos mucho en salir del aeropuerto. Pensabamos tomarnos un taxi pero como el taxista no entendía un pomo de inglés y no conocía la dirección del hostel nos decidimos por el subte.  Teníamos miedo a no poder subir con las valijas o de que quedara alguno afuera, o que el metro viniera hasta la manija, como en algunos videos que habíamos visto.
Por suerte superamos la prueba y pudimos venir en metro con las valijas sin demasiada dificultad siguiendo las indicaciones que nos habían pasado por internet.  Sin embargo, cuando tomamos la última indicación para llegar al hostal nos encontramos con un callejón estrecho, por donde solopasaría un auto a la vez, casas grises, bicicletas y todo tipo de vehículos al costado y nos entró un poco de miedo. Ahí teníamos reservadas un par de noches. Sin embargo luego hablamos con la gente del hostal y nos dijeron que  la calle era muy segura, que siempre había policías y que circulaba mucha gente por ahí.


El primer día decidimos salir cerca porque estabamos bastante cansados.Fuimos a la plaza tian an men y a recorrer los museos cercanos y la ciudad prohibida. No pudimos entrar a ningún lado porque ahí todo cierra temprano. La plaza tian an men es inmensa. Según cuenta mi amiga wikipedia es la más grande del mundo pudiendo albergar más de medio millón de personas. El día que fuimos no llegaba a esa cifra pero si había mucha gente (no quiero seguir repitiendo que caíamos en una fecha especial para los chinos, no solo por la cercanía del primero de mayo sino que para ellos el dos es feriado.
No pudimos entrar al mausoleo ni a los museos ni a la cuidad prohibida ese día porque allí todo cierra muy temprano por lo que quedó para los días siguientes. Como buenos uruguayos nos sentamos a tomar mate en la plaza, por lo que fuimos objeto de las miradas menos disimuladas del Mundo, porque si hay otra cosa que tienen los chinos es que no tienen ningún pudor en mirarte de arriba a abajo como si fueras un alien. No solo eso, no se si ya les dije pero son tremendamente chusmas.
Estuvimos hasta el atardecer pero no  nos quedamos a esperar el cambio de guardia y la bajada de la bandera porque ya estabamos bastante cansados y no nos pareció que valiera el esfuerzo . Lo mejor de ese día fue que descubrimos un lugar para comer, un barcito, estilo occidental , bien del estilo de un bar de mochileros (en uruguay diríamos muy bohemio ) que se volvió nuestro lugar de almuerzos y cenas ( y salidas) en Beijing.
La comida era rica, y no tenía ese olor fuerte, que nos perseguía por todo China. Los precios eran mayores que los de Mc donald´s pero lo valían. Comerse un pollito asado con Papas o una ensalada se vuelve realmente un manjar por estos lados.
Al otro día nos decidimos a ir en una excursión que ofrecia el hostel. Ibamos a visitar la muralla China, nada menos que  una de las 7 maravillas del mundo moderno. Yo estaba re entusiasmada con la idea. Me gustaba la idea de salir del asfalto e ir a un lugar alejado, entre las montañas, con nada más que ver que el cielo, el verde y la gigantesca muralla china. Fuimos a Badalín, una parte menos visitada , pero que se supone está mejor conservada. Salimos al amanecer en un ómnibus con gente de nuestro hostel y de otro más. Volveríamos por  la tarde. Cuando llegamos nuestro guía nos empezó a contar un poco de la muralla, origenes, leyendas y algunos datos relevantes. Igual el guía nos duró poco y nada. El chinito nos contó un par de cosas y se mando mudar. Fijamos un punto de encuentro al medio día.
La subida.... nuestro paupérimo estado atlético no nos permitió hacer todo el recorrido y la mayoría (yo incluída, obviamente) "morimos" antes de la mitad del recorrido, antes de llegar al tercer fuerte de los 6 que habían. Igual la vista era muy linda desde allí a pesar de que había una niebla bastante densa.  Existían tramos empinados, tramos medianamente planos y tramos en bajada, algunos de los cuales estaba bastante desechos. 
Ya estando arriba de la muralla, disfrutando del silencio y la tranquilidad de ese lugar nos pusimos a leer un poco más sobre su significado. La muralla se construyo en primera instancia para evitar las invasiones de los pueblos del norte, los mongoles principalmente(siglos A.C),  y fue ampliada en varias oportunidades (la última ampliación data de la dinastía Ming). Entre otras cosas nos enteramos que aproximadamente la quinta parte de la población china participó de la construcción y que muchísimas personas dejaron la vida ahí. Se dice que muchos cuerpos se usaron para amortizar el peso de las piedras.
El descenso fue menos cansador, aunque no fue facil del todo ,ya que muchas de las bajadas eran pronunciadas y había muchas piedras sueltas. Si bien esta parte de la muralla ha sido reconstruída, hay partes que están bastante hechas pelota.  Terminamos la jornada con un almuerzo tradicional en un lugar cercano. Fue el único día que "comimos" con palitos y lo digo entre comillas porque entre los palitos, los pocillos chiquitos y la comida que nos dieron casi ninguno comió nada. La comida consistía en una base de arroz medio frío y pegoteado, verduras herbidas o saltadas, algunas con pollo y algunas con una salsita picante. Creo que voy a volver más flaca del viaje.


Bueno, como mi amiguita Paula me pidió que mandara más mails y más cortos, les mando este y mañana les mando otro contando sobre el resto de la estadía en la capital China.

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