Ho chi Minh o Saigón, fue la capital del sur de Vietnam hasta la reunificación del país en 1975; actualmente es la ciudad más grande del país... y se nota. El tráfico está salado, a tal punto que los mismos vietnamitas lo destacan como un ícono de la ciudad.Es muy común ver en los mercados la remera de "Saigón traffic" donde hay,en una esquina cualquiera, un millón de motos esperando que cambie el color del semáforo para avanzar.
No sabemos donde viven todos esos millones de personas, suponemos que en los suburbios de la ciudad, porque en la parte que nos movimos no vimos tantas casas o apartamentos como para toda esa gente.
Otro ícono de la ciudad es el cableado eléctrico, en cada esquina hay una maraña negra de cables imponente que hace ver al cableado de la ute como una maravilla del desarrollo.
Saigón tiene el bullicio y el ritmo de las grandes ciudades y el olor a comida y a las alcantarillas te hace recordar bastante a China, sin embargo la gente es bien distinta. Con todo, fue la ciudad que más me hizo recordar a China, por sus mercados de regateo, la comida en las calles, los olores.
Es una ciudad cargada de historia, una historia bastante conflictiva y reciente.Yo venía con bastante "sed" de historia del país, ya que la mayoría de los días anteriores nos habíamos dedicado básicamente a disfrutar de la playa, de las islas y del sol.Fuimos al museo de Ho Chi minh, al Museo de la guerra y al palacio de la reunificación.
El museo de la guerra me dejó agotada,angustiada y sientiendo aún más admiración por los vietnamitas. No pude terminar de recorrerlo; fue demasiada crudeza junta en un sólo lugar.
A medida que iba subiendo los pisos del museo, la cosa se iba poniendo peor. Mutilados por las bombas, heridos, relatos de las víctimas, confesiones de los militares. En el último piso que recorrí cuando pensé que nada podía ser peor, estaban las fotos de los niños que habían nacido con deficiencias o retardos debido a la exposición directa o indirecta a la contaminación y a los agentes tóxicos que tiraron( como el Napal) y cómo eran sus vidas ahora.
No han pasado todavía 40 años desde que terminó la guerra pero no parece haber rencor de la gente del país, ni hacia el extranjero en general ni hacia los Estados Unidos en particular. Quizá sea porque ante la mirada internacional fue estados unidos el que no pudo contra este paisito, quizá porque los vietnamitas realmente quieren mirar para adelante.
Trato de imaginarme que hubiera pasado si hubiese ocurrido un conflicto similar en Uruguay pero no puedo. Nosotros aún tenemos una herida abierta por la dictadura que está lejos de cerrarse; no puedo imaginar como un país puede seguir adelantante habiendo sido invadido,arrasado y masacrado...
En vietnam todavía siguen naciendo niños con problemas derivados de las armas químicas que se tiraron en la guerra, sin embargo la gente no transmite ningún sentimiento de odio,de rechazo o de resentimiento. Después de ver las imágenes del museo de la guerra, siento todavía más admiración por ellos.
En la planta baja del museo hay documentos de toda la comunidad internacional que manifestaban en su momento el apoyo a Vietnam y el rechazo general a la guerra y la ocupación norteamericana. Me dió mucha rabia pensar que los organismos supranacionales son más de ornamento que otra cosa, que si bien la mayoría de los países se manifestaban en contra de la guerra, una vez más, cuando uno de ellos es grande, hace lo que quiere.
Ha sido dificil darle un tono alegre a este cuento, ya que no hay manera, pero en lo personal creo que no estaría completo un relato de vietnam que se limitara a hablar de los lindos paisajes y la gente amigable.
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