domingo, 8 de mayo de 2011

HONG KONG;ORIENTE Y OCCIDENTE

El cambio con respecto a China es bastante drástico. Si bien tiene muchas cosas en común con China, la influencia británica ,y de occidente en general, se siente mucho. Si bien la cantidad de gente es igual o mayor que en China, en comparación con el territorio, el olor a comida en las calles es mucho menor, la gente no carraspea tanto ni escupe en la calle,no te empuja para subir al metro y parece que no anda tan apurapda como los Chinos. Otra diferencia notoria es el tráfico,no sólo se maneja por la izquierda (legado de los ingleses) sino que el tránsito es muchísimo más ordenado.Fue el único lugar donde pudimos cruzar la calle tranquilos sin esperar que se apareciera una bici, moto u otro vehículo de sopetón, a bocinazo limpio para que te corrieras. La vestimenta y el aspecto de las personas es más occidental y más variado  que en China, además casi todo el mundo habla inglés.

Otra diferencia son los precios, si bien China no es lo barato que pensabamos, Hong Kong es bastante más caro (esperemos, por nuestro bien,  que sea lo más caro de Asia, jeje). Sobre todo es caro en lo que se refiere a transporte y comida. Sin embargo hay cosas muy convenientes si querés chiches electrónicos o si querés comprar recuerditos en algún mercado callejero.
Otra diferencia con China es el tema del cigarro, en China, no me acuerdo si les había contado, pero está permitido fumar en casi todos lados. En cambio en Hong Kong es todo lo contrario, los espacios para fumar son mucho más restringidos y las multas por hacerlo en lugares no permitidos son bastante altas.
El tema del clima en  Hong Kong  fue complicado, estaba muy húmedo y caluroso.Además nos explicaron que en primavera muy frecuentemente hay niebla y eso complica la visibilidad.  Particularmente a nosotros nos impidió disfrutar por completo de una de las mejores vistas dela ciudad. El día que llegamos fuimos al Peak, un edificio que termina en forma de media luna invertida, desde donde se puede tener una linda panorámica de Hong Kong. No pudimos ver mucho, porque como les dije, la niebla nos acompañó toda la estadía. Pero lo mejor para mi fue la subida a la parte alta del edifcio, en un tren antiguo. El tren sube lentamente con tremenda inclinación, como de 30 o 40 grados y podés ir viendo como la ciudad se aleja y se inclina a la vez, fue genial.
Otra cosa que me llamó la atención de Hong kong fue el contraste de los cuídadísmimos espacios verdes mezclados con los edificios. Caminabas por la ciudad y te encontrabas con varios parques, con una vegetación espesa, como selvática.Entre ellos nos metimos en una especie de observatorio de aves,donde había decenas de especies , algunas super coloridas, que te pasaban volando por encima de la cabeza. A su vez había varios lugares de "fitness" al aire libre, todos en perfecto estado de conservación... todos los seres humanos necesitan del verde y de la naturaleza y pareciera que cuanto más apretaditos viven, más necesario es.

El tema del alojamiento es digno de mencionar, je. Nos quedamos en un hostel cuya recepción estaba en el piso 7 de un edificio. Llegamos y no había nadie en recepción. Cuando apareció la señora que no hablaba un pomo de inglés le dijimos que veníamos a hacer el check in. Cuando le dijimos el nombre de la persona que había reservado, nos dijo que no había reserva con ese nombre.Nos empezamos a poner nerviosos. Después de un rato de llamadas telefónicas nos habilitaron el cuarto. El hostel consistía en un pasillo donde estaba la recepción y unos cuartos  separados, algunos en el sexto piso y otros en el séptimo. Los cuartos eran diminutos pero bastante prolijos, el problema era el edificio que estaba bastante destruído y tenías que atravesar por un patio en forma de conventillo, con ropa colgada por todos lados para llegar a una de las habitaciones. Después de hablar con gente del grupo de viaje nos enteramos que todos los hostales en Hong Kong eran del mismo estilo y la mayoría eran peores. Por eso nos quedamos ahí, pensando que la cosa podía haber sido ser peor.

Bueno, me quedó alguna cosa más para contar de Hong Kong, pero estoy cansada y tengo que hacer la "maleta", así que lo dejo por acá. Salú

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