Salvo por que esperaba más turistas de los que vi en realidad, y porque a la salida de los ferrys nos esperaban para ofrecernos alojamiento con bastante insistencia no sentí la sensación de crisis de la que se hablaba en Grecia. Lo más cercano fue la llegada a Atenas, a la vuelta de las islas .Llegamos a la ciudad a medianoche y había paro de taxis. La única opción fue el ómnibus. De allí nos fuimos al aeropuerto y no tuvimos ningún contacto con la ciudad. Allí pasamos nuestra primer noche en un aeropuerto. No estuvo tan mal, hasta nos regalaron un desayuno, se ve que les dimos un poco de pena tiradas en el piso, jejej.
Pero la verdad es que al final, Samos resultó ser muy linda, con lindas playitas y un agua divina (aunque helada).Nos quedamos en un hotel familiar, precioso, con una terraza que daba al mar.
Al otro día partimos a Mikonos, el centro de la joda y del "todo permitido" de las islas griegas. Bueno, en primer lugar, quiero desmitificar esto, porque no es taaaan grande la joda como la habian pintado. Si ves muchos gays , gente media desnuda o disfrazada y bailando arriba de mesas, nudistas tomando sol, pero no mucho más que eso.
La movida playera empieza y termina temprano, desde la tarde hasta la medianoche. Después la joda es en los boliches pero el precio de la entrada (entre 25 y 30 euros) nos sacó todas las ganas de conocerla. Lo bueno de eso es que nos permitió disfrutar del día y de la noche ya que a las 9 de la mañana ya estabamos de pie.
Las playas de Mikonos son lindas ,de aguas muy transparentes aunque pequeñas para toda la gente que va, por lo que conseguir un lugar, sin tener alguien pegado al lado es medio dificil, más aún un lugar con sombra. Nosotros lo encontramos, abajo de un arbolito, con el complemento de tener al lado una familia nudista que hizo de las suyas; la mamá y el papá tomaron sol, jugaron a la paleta y se bañaron completamente en bolas. Las hijas eran un poco más recatadas que los padres.
La mayoría de la gente nudista que vimos era gente grande a pesar de lo que uno tendería a pensar.
Sólo estuvimos dos días en Mikonos, pero los aprovechamos bastante. Es una isla cara, supongo que la más cara de todas las islas griegas, y a su vez, cuanto más cerca de la movida estes, más caro es. A nosotros unas cabinas cerca de la playa que solo tenían dos camas, y que, siendo muy bondadosos podrían catalogarse de cuartos, nos salieron entre 15 y 20 euros la noche a cada una.
Sin duda la isla más pintoresca fue Santorini, no por la belleza "clásica" de una isla, sino por lo singular de su paisaje, con sus playas de arena negra o rojiza y por la armonía y la mezcla de la mano del hombre y del paísaje, los pequeños pueblitos parecían como pintados. Las casas ,simples pero lindas, no sabemos si por común acuerdo o por alguna legislación están pintadas, casi en su totalidad, de blanco, muchas de ellas con puertas y marcos azules, bien al estilo casa pueblo. Muchas están construídas en los costados de los acantilados, como desafiando la naturaleza . La paz de las callecitas,muchas de ellas adoquinadas, con sus pequeñas tiendas, sus restaurantes, tavernas inspiraban un aire de paz increíble al lugar.
Nos alquilamos unos cuatriciclos para poder recorrer la isla de punta a punta, y les sacamos un jugo bárbaro porque alquilarlos nos resultó relativamente barato y anduvimos en ellos desde la mañana hasta la noche.Eso si, la nafta resultó ser la más cara de Europa hasta ahora: más de 1,8 euros el litro.
Los días en Grecia se nos pasaron volando. Fue como un destino de "transición". Se había terminado el viaje con el grupo, ya quedabamos sólo 4, las mismas que ibamos a marchar juntas un mes por Europa en la camiona.
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